Transparencia Venezuela, 30 de julio de 2021.- Alejandro Javier Marín, piloto que fue condenado esta semana a 22 meses de prisión más 3 años de libertad supervisada- en el marco de una investigación en la que son mencionados Tarek El Aissami y Samark López Bello- colaboraba con la justicia estadounidense desde enero de 2018, para desentrañar una trama que involucraba el transporte de las ganancias producto de actos criminales, de acuerdo al dictamen del Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York.
Marín es el segundo de los procesados que es condenado por el juez Alvin K. Hellerstein, pues el 17 de marzo de 2021, fue sentenciado el empresario Víctor Mones Coro a 55 meses de prisión y 2 años de libertad supervisada al término de ese lapso, por los delitos de conspiración para violar y evadir la Ley de Designación de Capos de Narcóticos extranjeros, transacciones prohibidas en violación de la Ley Kingpin y sus reglamentos y evadir la Ley Kingpin.
Mones Coro, según el Departamento de Justicia de EEUU, entre febrero de 2017 y marzo de 2019, violó las sanciones de la OFAC al proporcionar servicios de viajes El Aissami y López Bello.
El piloto Alejandro Javier Marín fue condenado por hacer una declaración falsa a un agente federal, delito del cual se declaró culpable el 24 de marzo de 2021.
En la sentencia, el tribunal también acordó que Marín deberá pagar una restitución por la cantidad de USD 547.911 “a pagar a una tasa del 10% del ingreso bruto mensual pagadero el día 30 de cada mes”.
Por este mismo caso hay 8 personas señaladas. Marín y Nones Coro, ya sentenciados, más otras dos señalados que esperan sentencia: Alejandro Miguel León Maal y Michols Orsini Quintero, ambos en libertad bajo fianza.
En este caso hay 4 personas declaradas como fugitivos por las autoridades de EEUU. Entre ellos Tareck Zaidan El Aissami Maddah acusado por la presunta comisión de los delitos de conspiración para violar y evadir la ley de designación de capos de narcóticos extranjeros conspiración para violar y evadir las regulaciones de la ley de capos, transacciones prohibidas en violación de la Ley Kingpin, evadir la Ley Kingpin y su reglamento, conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para violar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional y conspiración para cometer lavado de dinero.
Otro de los declarados como fugitivos por las autoridades de EEUU es el empresario Samark López Bello, señalado los mismos delitos de El Aissami Maddah, y a quien la OFAC le ha identificado 13 empresas ubicadas en Vírgenes Británicas, Panamá, el Reino Unido, EEUU y Venezuela.
Además, es requerido la justicia de EEUU Alejandro Antonio Quintavalle Yrady, acusado de presunta conspiración para violar y evadir la Ley de Designación de Capos de Narcóticos Extranjeros, así como conspiración para violar y evadir las regulaciones de la Ley de Kingpin. Hay un cuarto solicitado, identificado como Joselit Ramírez Camacho, quien es señalado por incurrir presuntamente en los delitos de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para violar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional y conspiración para cometer lavado de dinero.
Mintió a las autoridades
Alejandro Javier Marín Gómez estaba al frente de la empresa de alquiler de aeronaves “MyJetSaver” y fue investigado en uno de los 12 procesos que son adelantados en la jurisdicción de New York, en los que son señaladas al menos 39 personas, según el registro hecho por Transparencia Venezuela hasta junio de 2021.
De acuerdo a la información ofrecida por las autoridades de EEUU, en enero de 2018 el piloto firmó un acuerdo para actuar como fuente confidencial para HSI, una “rama investigativa principal” del Departamento de Seguridad Nacional, encargada de “investigar, desestabilizar y desarticular organizaciones terroristas, transnacionales y otras redes criminales que amenazan o buscan explotar las leyes de aduanas e inmigración de Estados Unidos”.
Marín colaboró con una investigación sobre “transacciones ilícitas y otras actividades ilegales por parte de co-conspiradores ubicados en los Estados Unidos, así como en el extranjero”, según se lee en el documento.
En un operativo controlado, el 3 de julio de 2018, Marín- como parte de su colaboración con las autoridades- informó a la HSI sobre el transporte en avión de 6 paquetes de dinero, por un monto total de 1.297.500 euros, de los cuales se «extraviaron» USD 140.000. Las autoridades consideraron que el piloto mintió en torno al destino del dinero faltante.