Transparencia Venezuela, 12 de julio de 2024. Ausente. Así se encuentra la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que prácticamente ha desaparecido de la escena judicial. La instancia tiene más de un mes, específicamente seis semanas, sin dictar una sola decisión.
Al momento de publicar este reporte se evidencia que el 28 de mayo fue la última vez que la sala encargada de interpretar el texto de la Constitución venezolana anunció (porque no publicó su contenido íntegro) su sentencia número 209. En el fallo dejó sin efecto un dictamen que previamente había adoptado la Sala de Casación Civil contra la empresa Femsa Coca Cola, según se lee en el resumen.
Pero la Sala Constitucional no solamente no ha emitido más dictámenes de entonces, sino que tampoco ha celebrado audiencias orales y públicas relacionadas con los casos que tiene pendientes y tampoco tiene ninguna programada para los próximos días o semanas, según la información que pudo obtener Suprema Injusticia al revisar el sitio web del máximo juzgado.
La presidenta de la instancia, magistrada Tania D’Amelio, ni siquiera participó en la última reunión de la directiva del organismo, tal y como se desprende de la nota de prensa del propio TSJ.
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Aunque lo parezca, de vacaciones no están todavía
Al navegar por el portal del TSJ, Suprema Injusticia halló evidencia de que la Sala Constitucional todavía no ha iniciado el tradicional receso que el Poder Judicial se toma entre agosto y septiembre. Así encontró que entre junio y julio la sala ha emitido 11 carteles, en los que informa a ciudadanos sobre decisiones adoptadas en sus casos.
Llamativamente solo una (9%) de estas notificaciones se refería a asuntos resueltos este año, seis de estas notificaciones (55%) sobre casos decididos en 2022 y los restantes cuatro (36%) fueron sentenciados en 2023.
Pero mientras la Sala Constitucional permanece inactiva más peticiones continúan llegándo y, de acuerdo con la información pública disponible, en lo que va de este año ha recibido 683 acciones. La situación de la instancia es de lo más anormal, porque en virtud de sus amplias facultades es la que, tradicionalmente, más casos y también la que más decide en consecuencia.
Anular las leyes dictadas por la Asamblea Nacional, las constituciones de los estados o los decretos y demás actos del Gobierno; revisar los tratados internacionales y los decretos que declaren estado de excepción, resolver colisiones entre leyes y revisar las sentencias de todos los jueces, incluyendo de las otras salas del TSJ. Estas son algunas de las 11 potestades que la Constitución Nacional, en su artículo 336, otorga a la instancia.
Un misterio que sigue sin resolverse
Entre los asuntos que la Sala Constitucional tiene pendientes por resolver está su conformación. En abril pasado la Sala Plena del TSJ concedió a la expresidenta de la instancia, magistrada Gladys Gutiérrez, una “licencia” para poder ejercer como embajadora en España.
Como en el máximo juzgado no consideran que la ausencia de Gutiérrez sea absoluta, sino temporal entonces habría que aplicarle lo dispuesto en el artículo 51 de la Ley Orgánica del TSJ, el cual señala que “las faltas temporales de los magistrados serán cubiertas por los suplentes”.
Sin embargo, hasta el momento no se ha convocado a su suplente ni tampoco se ha reincorporado el magistrado Calixto Ortega, quien desde mediados de 2022 también goza de un permiso para poder ejercer como embajador, pero en su caso ante la Corte Penal Internacional (CPI) y los otros organismos internacionales con sede en La Haya (Países Bajos).
Ortega dejó su puesto diplomático hace meses y se encuentra de vuelta en Venezuela, aseguraron fuentes del máximo juzgado a Suprema Injusticia
Como la Sala Constitucional es la única instancia del TSJ integrada por cinco miembros su quorum de funcionamiento está garantizado y cualquier eventual empate en una decisión podría ser decidido por su presidenta. No obstante, la ley es clara al señalar que los suplentes deben ser llamados en aquellos casos en los que la falta temporal exceda “de diez días continuos”. Gutiérrez ya tiene más de tres meses desde que colgó su toga y soltó su mazo.
2 meses después la Sala Constitucional sigue sin cubrir la vacante de Gladys Gutiérrez
