Transparencia Venezuela, 27 de octubre de 2021.- La reducción de condenas en Estados Unidos a personas vinculadas con corrupción proveniente de Venezuela, ha permitido a las autoridades de ese país desentrañar los esquemas que permitieron sustraer grandes cantidades de dinero del erario publico nacional. Tal como ocurrió con el banquero suizo Mathías Krull, testigo estrella en el desfalco milmillonario a Pdvsa conocido como Money Flight, o el mismo Alejandro “el tuerto” Andrade, extesorero de la Nación, convicto y confeso en una de las tramas criminales más grandes según los expertos, ahora se hizo público el beneficio otorgado al empresario venezolano Jesús “el negro” Veroes, por un caso que involucra a Corpoelec.
La cooperación es recompensada en Estados Unidos y ahora se sabe que así lo acordó la juez de distrito, Cecilia Altonaga, el 13 de octubre de 2020 en el caso de Veroes, involucrado junto a su socio Luis Alberto Chacín Haddad, en un negocio irregular que le permitió obtener unos 11 contratos por al menos USD 20.000.000 del Ministerio de Energía Eléctrica y de Corpoelec, cuando el ministro y, simultáneamente, presidente de la empresa estatal, era el general Luis Motta Domínguez, quien junto al también militar y exviceministro de finanzas Eustiquio José Lugo Gómez, tienen estatus de fugitivos en Estados Unidos.
Un mes antes de rebajar la pena a “el negro” Veroes, en septiembre de 2020, Estados Unidos ofreció recompensa de USD 5.000.000 por Motta Domínguez y Lugo Gómez.
De acuerdo a la sentencia a favor de Veroes y Chacín Haddad, la cooperación de los acusados consistió en “renunciar a su derecho a ser acusados por un gran jurado; reunirse con agentes de la ley en varias ocasiones para proporcionar información detallada sobre cómo se hicieron los pagos de sobornos, cómo se blanqueó el dinero y las personas implicadas; y proporcionar registros bancarios y correspondencia que ayudó sustancialmente a la acusación de otros dos individuos”.
Todo a cambio del recorte de 40 % de la condena, que equivale a reducciones de 30 meses de las sentencias de los acusados, quienes cumplían condena en el Centro Correccional D. Ray James en Georgia, y salieron en libertad en septiembre de este año.
Veroes y Chacín Haddad vendieron a Venezuela unos 500 transformadores que solo eran compatibles con los sistemas eléctricos de Cuba y Nicaragua. También compraron 40 montacargas en Emiratos Árabes Unidos que vendieron a Corpoelec con un sobreprecio de 300%.