Transparencia Venezuela, 13 de octubre de 2022.- Venezuela perdió el asiento que ocupaba desde hace casi una década en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, tras fracasar en su intento de reelección, por segunda vez consecutiva.
La Asamblea General de la ONU renovó este martes 11 de octubre 14 de los 47 puestos en el órgano encargado de velar por las garantías fundamentales a escala planetaria. Dos de las sillas en juego correspondían a América Latina, quedando Venezuela fuera del Consejo.
La candidatura de Chile consiguió 144 votos y de la Costa Rica 134, mientras que la de Venezuela cosechó 88.
La derrota venezolana en el Consejo de la ONU se produjo casi una semana después de que fracasara en sus intentos por evitar que el Consejo renovara el mandato de la Misión Internacional Independiente de Verificación de Hechos. Esta instancia, días atrás, presentó su tercer informe sobre Venezuela, en el cual acusó a la Administración de Nicolás Maduro de utilizar a los servicios secretos para “silenciar, desalentar y sofocar la oposición (…) incluso atacando a personas que, por diversos medios, demostraban su desacuerdo con el Gobierno o eran percibidas como contrarias al Gobierno, y a sus familiares y amigos”.
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En ese reporte la Misión de la ONU también presentó una lista de 13 nombres de funcionarios de distinto nivel, civiles y militares, implicados en crímenes de lesa humanidad.
Un triunfo para las ONG
La derrota de la delegación venezolana en la ONU supone un éxito para las organizaciones de Derechos Humanos, que hicieron una campaña para evitar que la reelección.
“La brutal arremetida contra opositores en Venezuela hace que el país no tenga las credenciales para pertenecer al máximo órgano de derechos de la ONU”, sostuvo Louis Charbonneau, director para la ONU de Human Rights Watch
“Darle a este Gobierno abusivo un lugar en el Consejo debilitaría la credibilidad de la ONU, dado que equivaldría a premiar a las autoridades venezolanas, permitiéndoles juzgar la situación de los derechos humanos de otros países cuando Venezuela trata brutalmente a su población”, agregó el activista.
Human Rights Watch recordó que en Venezuela hay 244 presos políticos, según organizaciones nacionales. Asimismo, expuso que 19.000 personas fueron asesinadas por presuntos agentes policiales y militares entre 2016 y 2019.
Estos hechos hicieron que la Misión de la ONU denunciara en 2020 que en Venezuela vienen ocurriendo crímenes de lesa humanidad desde 2014. Unas acusaciones que fueron reforzadas por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, instancia que a finales de 2021 anunció que abriría una investigación ante las graves violaciones a los Derechos Humanos detectadas en el país.
Las amenazas inútiles de la delegación venezolana ante la ONU
Además del historial venezolano, el comportamiento de la delegación venezolana en Ginebra (Suiza), donde el Consejo de la ONU tiene su sede, tampoco ha ayudado.
“La imposición se mecanismos de monitoreo como la Misión de Verificación de Hechos (…) no contará jamás con el consentimiento de mi país y sin duda alguna entorpecerá las relaciones de cooperación y asistencia técnica con la Oficina del Alto Comisionado y puede incidir negativamente en los procesos de diálogo entre los principales actores políticos”, soltó en tono amenazante el embajador venezolano, Héctor Constant, la semana pasada.
Unos señalamientos que fueron respondidos por el representante de Paraguay de la siguiente manera: “Venezuela como miembro de este Consejo, que además busca la reelección, debe cooperar plenamente con todos los mecanismos, así como implementar inmediatamente y sin dilaciones las recomendaciones del Alto Comisionado”.
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