Transparencia Venezuela, 14 de septiembre de 2022.- “Con la finalidad de garantizar la imparcialidad y la independencia” de los jueces “desde la fecha de su nombramiento y hasta su egreso del cargo respectivo, no podrán, salvo el ejercicio del voto, llevar a cabo activismo político partidista, gremial, sindical o de índole semejante, ni realizar actividades privadas lucrativas incompatibles con su función”. Pese a que esto establece el artículo 256 de la Constitución, en el Poder Judicial venezolano se empecinan en que a nadie le quede dudas de la alineación de los funcionarios con la tendencia política gobernante.
El último ejemplo lo ha dado la Escuela Nacional de la Magistratura, “institución académica de nivel superior, para formar jueces y demás funcionarios del Poder Judicial”, como se define en sus redes, que abrió una convocatoria para recibir de artículos “inéditos” y “dedicados al pensamiento jurídico del comandante Hugo Chávez”.
#ENM | La #ENM invita a investigadores jurídicos a participar en esta nueva convocatoria abierta sobre el pensamiento jurídico del comandante Hugo Chávez, con artículos inéditos. Más información en nuestro video promocional. pic.twitter.com/TPwu4hsCm9
— Escuela Nacional de la Magistratura (ENM) (@enm_rbv) September 6, 2022
Los interesados deberán abordar alguno de los siguientes siete temas:
- Derechos y Constitución de 1999, leyes sancionadas en el período presidencial de Hugo Chávez.
- Pensamiento antiimperialista (ALBA, Unasur, Petrocaribe, Celac y Telesur).
- Estado social y misiones sociales.
- Protección a la mujer.
- Arquitectura jurídica del Poder Judicial o del sistema comunal.
Los textos, los cuales serán publicados en la revista “Magistra” de la Escuela de la Magistratura, podrán ser entregados hasta el próximo 7 de octubre de 2022.
Uh, ah, Chávez no se fue
En las últimas dos décadas el Poder Judicial venezolano ha dejado en claro sus inclinaciones.
Así no se puede olvidar que en 2006, durante el acto de Apertura Judicial los jueces presentes en el evento no duraron en corear: “¡Uh, ah, Chávez no se va!” o que en 2011 el entonces magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Fernando Vegas Torrealba, en otro acto similar, pidió a sus colegas y a los demás jueces “aplicar severamente las leyes para sancionar conductas o reconducir causas que vayan en desmedro de la construcción del socialismo bolivariano y democrático».
Sin embargo, la iniciativa de la Escuela de la Magistratura parece ser otro paso más hacia la partidización y politización de la justicia venezolana. No se puede olvidar que el organismo, de acuerdo con el artículo 83 de la Ley Orgánica del TSJ, es el “centro de formación” de los jueces y demás funcionarios judiciales y tiene la función “esencial e indelegable de (buscar su) profesionalización”.
Organizaciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos han venido denunciando la cooptación del Poder Judicial en Venezuela por parte de los gobiernos del fallecido Hugo Chávez y de su sucesor, Nicolás Maduro. Una apropiación que se inició con el proceso constituyente de 1999, donde cientos de jueces fueron destituidos en la llamada “Emergencia Judicial” y que se profundizó con la ampliación que sufrió el TSJ en 2004.
El control del TSJ ha facilitado la subordinación del resto del Poder Judicial venezolano, pues más del 70% de los jueces son provisorios, temporales o accidentales; es decir pueden ser removidos de un momento a otro por la Comisión Judicial del TSJ.