Transparencia Venezuela, 1 de septiembre de 2021.- “El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno y el respeto a sus Derechos Humanos”. El caso de Gabriel Andrés Díaz Medina, uno de los nueve señalados de supuestamente orquestar un plan para secuestrar al diputado chavista Diosdado Cabello Rondón, es el claro ejemplo de que este mandato contenido en el artículo 272 de la Constitución de 1999 no es más que letra muerta.
Díaz Medina, quien estaba recluido en la Centro Penitenciario de Oriente de La Pica (Monagas) desde principios de 2020, falleció este 29 de agosto de 2021 víctima de una tuberculosis no tratada que habría contraído en el centro de reclusión, aseguró Alfredo Romero, director del Foro Penal Venezolano, a través de su cuenta de Twitter
El fallecido era funcionario de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES) y desde hace semanas comenzó a presentar serios problemas de salud, razón por la cual sus abogados solicitaron al Tribunal 4 de Juicio de Monagas que fuera trasladado a un centro de salud para recibir tratamiento médico. La solicitud habría sido negada, reseñó Últimas Noticias. Apenas el viernes 27 fue enviado al Hospital Manuel Núñez Tovar de Maturín, donde no había los insumos para tratarlo, reseñó el mismo diario.
En abril de 2020 Díaz Medina y otras ocho personas (Luis Eduardo Villarroel Caña, Carlos Alejandro Pérez Farías, César Horacio Belfort Rojas, Daniel Enrique Aguilera Gutiérrez, Víctor José Farías Quijada, Francisco José Marcano Benavides, Enrique Naurix Parada y José Ramón Cruz Marcano) fueron detenidas y señaladas de intentar secuestrar a Cabello Rondón y urdir un plan para entregarlo a las autoridades estadounidense, para así cobrar la recompensa de 10 millones de dólares ofrecida por su captura.
El Ministerio Público sustenta su investigación en un mensaje recibido por uno de los acusados (Villarroel Caña) en su página de Facebook. “Luis ya tengo el personal estratégico y el armamento para atrapar a Dios, solo falta confirmar donde resguardarlo hasta la entrega. Tocaremos en partes iguales. Próximamente tendrás información de otro número de teléfono. La libertad está cerca”, diría el mensaje, según el expediente.
Morir en prisión
De acuerdo con el Foro Penal Venezolano nueve presos políticos han fallecido en las cárceles venezolanas desde 2014.
Por su parte, el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) expuso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) que durante 2020, al menos 292 presos murieron en sus calabozos, de los cuales 184 fueron por desnutrición y tuberculosis
El OVP reveló además que los privados de libertad carecen de atención médica y el 95% de los reos que fallecieron en los penales estaban desnutridos.
Pese a la muerte de Díaz Medina los otros ocho acusados deberán enfrentar a partir de este 1 de septiembre, salvo diferimiento, el inicio de su juicio y enfrentar cargos por traición a la patria, organización de cuerpos armados y tráfico de armas, entre otros delitos.