Transparencia Venezuela, 22 de julio de 2021.- Juan Guaidó y solo él puede decidir la suerte de las 31 toneladas de oro que Venezuela tiene depositadas en el Banco de Inglaterra. Así lo dejó en claro el Gobierno británico durante el juicio sobre quién tiene la potestad para decidir el destino del material preciado, que celebró la Corte Suprema del Reino Unido durante el 21 y 23 de julio, cuyo fallo se espera próximamente.
“El Gobierno de Su Majestad fue claro y para nada ambiguo al establecer expresamente que reconoció a Guaidó como presidente interino de Venezuela el 4 de febrero 2019 y que continúa haciéndolo”, se lee en el documento que el Ministerio de Asuntos Exteriores (Foreign Office) remitió a los magistrados. “La consecuencia (de esta decisión) es que, a partir de esa fecha, Guaidó y ningún otro individuo es reconocido por el Gobierno de Su Majestad como la autoridad para actuar en nombre de Venezuela en calidad de Jefe de Estado”, remata el texto, en el cual jamás se menciona los lingotes en disputa.
En el escrito, de 30 páginas de extensión, redactado por los abogados James Eadie, Michael Wood, Jason Pobjoy y Belinda McRae, se afirma que el máximo juzgado británico jamás ha debido conocer este asunto y que si lo ha hecho ha sido por un error judicial, por cuanto la justicia no tiene competencia para decidir a quién reconoce o no el Ejecutivo. Una posición que fue reiterada luego por un portavoz del despacho encabezado por Dominic Raab, quien afirmó: “El Gobierno del Reino Unido tiene el derecho de decidir a quién reconoce como legítimo Jefe de Estado” de un país.
Con unos y con otros
Desde el Ministerio británico de Asuntos Exteriores negaron que el hecho de que Londres tenga un embajador en Caracas suponga que reconozca a Maduro como el genuino gobernante. Por el contrario, reiteraron que lo consideran como una autoridad “de facto” y recordaron que, en más de una ocasión, a lo largo de la historia, han mantenido simultáneamente nexos con autoridades ilegitimas y legítimas. Así recordaron que durante la guerra civil española (1936-1939) mantuvieron vínculos tanto con el Gobierno republicano como con el de Francisco Franco.
El hecho de que Downing Street mantenga relaciones diplomáticas con Venezuela es uno de los argumentos esgrimidos por los representantes del Banco Central de Venezuela (BCV) controlado por Maduro para exigir que les sea entregado el oro.
Desde 2018 el régimen chavista quiere ponerle la mano a las 31 toneladas de oro que Venezuela tiene en el Banco de Inglaterra y que forman parte de las reservas internacionales. Sin embargo, el Banco de Inglaterra se ha negado a atender las peticiones de las directivas del instituto emisor alineadas con Miraflores, en un primer momento por las sanciones internacionales impuestas por otros gobiernos, en particular Estados Unidos, a Venezuela; y luego por no saber a quién debe obedecer.
Tras la cuestionada reelección de Maduro en mayo de 2018 y su juramentación en enero de 2019, Guaidó, quien para la época era presidente de la Asamblea Nacional, asumió la condición de presidente interino, por considerar que la Jefatura del Estado estaba vacante. Esta decisión fue respaldada por 50 gobiernos, entre ellos el del Reino Unido. Ahora la justicia británica debe decidir el alcance de esta resolución en la práctica.
Guaidó y su equipo rechazan mover el oro, cuyo valor podría alcanzar 1.600 millones de euros, porque temen que el mismo sea utilizado para adquirir armas para reprimir más a la población y a la disidencia o porque pierda en tramas de corrupción. Por su parte, las autoridades chavistas aseguran que utilizarán los fondos para combatir la pandemia del covid-19.
A la espera
Concluidas en las audiencias, ahora que hay que esperar el pronunciamiento de la Corte Suprema del Reino Unido.
Sin embargo, los representantes del Gobierno de Maduro en Londres han advertido de las potenciales consecuencias que un pronunciamiento a favor del opositor tendría. “Es absurdo que 1.600 millones de euros del oro de un país, en este caso Venezuela, en el Reino Unido puedan retenerse del Gobierno que controla ese Estado y entregarse a los representantes de una persona que no tiene el control de ningún aparato estatal. Tal resultado tendría ramificaciones potencialmente graves y adversas para la City de Londres como un lugar seguro para almacenar activos soberanos”, advirtió el abogado Sarosh Zaiwalla.
Un quinto del oro del mundo está en la capital británica y solo en las bóvedas del Banco de Inglaterra se estiman hay 5.000 toneladas del material preciado, el cual pertenece en buena parte a 30 bancos centrales.