Transparencia Venezuela, 6 de octubre de 2020.- La guerra por el control del oro que el Banco Central de Venezuela (BCV) tiene depositado en las bóvedas del Banco de Inglaterra pica y se extiende. La Corte de Apelaciones de Londres anuló la decisión que en julio pasado tomó la Alta Corte de Comercio y la Propiedad de Inglaterra y Gales, mediante la cual le entregó al diputado Juan Guaidó la potestad de decidir el destino de las 31 toneladas del preciado mineral.
La decisión adoptada por la instancia el 5 de octubre de 2020, fue la respuesta al recurso que los abogados del BCV controlado por Nicolás Maduro interpusieron y en ella se pone en duda que el Gobierno británico haya reconocido de forma “inequívoca” a Guaidó como jefe de Estado interino y, por lo tanto, se pone en entredicho que sea la junta directiva del BCV designada por él la que tenga la última palabra sobre el destino de los casi 2.000 millones de euros en lingotes que Venezuela tiene depositados en Londres.
En el dictamen redactado por el magistrado Stephen Males se califica de “ambiguo” el respaldo que el Ejecutivo de Theresa May, primero; y luego el de Boris Johnson le han dado al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó; y por ello le ordenó al tribunal que conoció el asunto en una primera instancia que determine a quién el Reino Unido reconoce como el Jefe de Estado de Venezuela.
“¿El Gobierno de Su Majestad reconoce a Guaidó como presidente de Venezuela para todos los propósitos y por lo tanto no reconoce a Nicolás Maduro? ¿El Gobierno reconoce a Guaidó como quién tiene el derecho a ejercer los poderes presidenciales, pero también reconoce que Maduro es quien de facto los ejerce?”. Estas son las dos dudas que la Alta Corte de Comercio y la Propiedad de Inglaterra y Gales deberá despejar en nuevo proceso.
“Se necesita que el Ministerio de Asuntos Exteriores (Foreign Office) aclare estas dudas. Si lo hace para decir que Maduro es reconocido de facto o que no lo es, eso será concluyente a los efectos del presente procedimiento en virtud del principio de ´una sola voz´, pero si no hay respuesta la Alta Corte deberá determinar si el Gobierno de Su Majestad reconoce o no a Maduro”, se lee en el dictamen.
El principio de “una sola voz” en materia de política exterior, según la cual es el Gobierno el que decide con quién mantiene relaciones y con quién no, y que la justicia en ese asunto no se puede entrometer, fue el argumento por el cual en la primera decisión se dejaba en manos de Guaidó el oro.
Retroceder para avanzar
La Corte de Apelaciones acogió el planteamiento de los abogados contratados por la administración de Maduro, los cuales tras insistir en la primera instancia que el heredero del fallecido Hugo Chávez era el legítimo presidente de Venezuela, pese a los cuestionamientos a su reelección en mayo de 2018, decidieron dar un giro y aunque admitieron que el 10 de Downing Street reconoció a Guaidó eso no significó que haya roto relaciones con el régimen chavista.
Para sustentar su posición, recordaron que el embajador venezolano designado por Maduro continúa en el país y ocupa la Embajada venezolana en Londres, mientras que la representante de Guaidó no tiene el mismo trato.
Visiones encontradas
El dictamen fue saludado por el abogado de Maduro, Sarosh Zaiwalla. “El tribunal que conoció el caso en un primer momento creó una situación completamente irreal en la que el entregaban casi 2.000 millones de dólares a un grupo de individuos que viven fuera de Venezuela, sobre la directiva el BCV que está en Caracas y que tiene control de la institución”, apuntó.
Por su parte, el abogado Enrique Sánchez Falcón, procurador especial designado por Guaidó, resaltó que el fallo los favorece, pues “confirmó que Guaidó es el presidente constitucional de Venezuela”.
“La Corte de Apelaciones solo pidió al juez de instancia que consultara al Gobierno británico si existe reconocimiento implícito de Maduro como presidente de facto”, agregó.
Desde 2018, el BCV controlado por Miraflores ha tratado de hacerse con los lingotes que tiene depositados en las bóvedas del Banco de Inglaterra. Sin embargo, ante las dudas sobre quién es el legítimo ocupante del Palacio de Misia Jacinta el Banco de Inglaterra no ha movido un gramo del mineral.
En mayo de 2020 el BCV controlado por Maduro volvió a insistir en su petición, pero esta vez bajo la excusa de que vendería el material preciado y utilizaría los fondos para entregárselos al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y así combatir la pandemia del COVID-19. Ante la nueva negativa del Banco de Inglaterra a seguir sus instrucciones inició la actual batalla legal, que ahora ha vuelto a casi a su punto de partida.