Transparencia Venezuela, 30 de mayo de 2022.- Gladys Gutiérrez no solo recuperó el pasado 27 de abril de 2022 la Presidencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y se convirtió así en la primera magistrada en lograr este hito en los últimos 20 años, también se hizo nuevamente con las riendas de la Comisión Judicial.
La Sala Plena del TSJ, en su reunión del 18 de mayo, resolvió reconstituir la Comisión Judicial, que es la instancia encargada de nombrar y destituir a los jueces provisorios, temporales y accidentales. Y colocó al frente de este organismo a la presidenta del máximo juzgado.
La plenaria también decidió que el magistrado Edgar Gavidia Rodríguez, primer vicepresidente del TSJ y presidente de la Sala de Casación Social; el magistrado Henry José Timaure Tapia, segundo vicepresidente del alto juzgado y presidente de la Sala de Casación Civil; el magistrado Malaquías Gil Rodríguez, presidente de la Sala Político-Administrativa; la magistrada Caryslia Beatriz Rodríguez Rodríguez, presidenta de la Sala Electoral; y la magistrada Elsa Janeth Gómez Moreno, presidenta de la Sala de Casación Penal, serán los otros cuatro miembros de la Comisión Judicial.
¿Por qué tiene tanto poder la Comisión Judicial?
Pese a que no está expresamente prevista en la Constitución de 1999, la Comisión Judicial es un órgano poderosísimo dentro del Poder Judicial.
¿La razón? Es la que tiene la potestad de ejercer medidas disciplinarias contra los jueces provisorios, los cuales en la actualidad son más del 80% de los más de 2.200 que hay en el país.
No se puede olvidar que desde 2007 el máximo juzgado no celebra uno solo de los concursos de oposición ordenados en la Constitución Nacional para asignar los cargos de jueces y, por lo tanto, ha venido recurriendo a la figura de las designaciones “provisionales” para cubrir las vacantes que hay en los distintos juzgados.
Sin embargo, al no ser los titulares de sus puestos, el TSJ considera que los jueces provisorios son funcionarios de libre nombramiento y remoción, por lo cual pueden ser destituidos de un momento a otro, sin ningún tipo de procedimiento que les garantice el debido proceso.
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Este criterio ha sido cuestionado por instancias internacionales, por considerar que socava la independencia judicial. Así lo dejo ver la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en un fallo sobre una juez provisoria de Venezuela:
“La Corte nota que los jueces provisorios en Venezuela ejercen exactamente las mismas funciones que los jueces titulares, esto es, administrar justicia. De tal suerte, los justiciables tienen el derecho, derivado de la propia Constitución venezolana y de la Convención Americana, a que los jueces que resuelven sus controversias sean y aparenten ser independientes. Para ello, el Estado debe ofrecer las garantías que emanan del principio de la independencia judicial, tanto a los jueces titulares como a los provisorios”, declaró el juzgado continental en 2009, al condenar a Venezuela por la manera como destituyó a la jueza provisoria María Cristina Trujillo Reverón.
Todo el poder del TSJ en manos de Gladys Gutiérrez
Pero como si la Presidencia del TSJ y de la Comisión Judicial no fuera suficiente, Gutiérrez también encabeza la Sala Constitucional.
La Sala Constitucional es la instancia con mayor poder en el máximo juzgado porque puede no solo anular leyes dictadas por la Asamblea Nacional o decretos presidenciales, también tiene la potestad de revisar las decisiones adoptadas por los demás tribunales, incluyendo las otras salas del mismo TSJ. Es como si se tratara de un tribunal dentro del máximo juzgado.
Ya durante su primera gestión (2013-2014), Gladys Gutiérrez acumuló todos estos cargos, así como antes los tuvieron antecesores suyos como Luisa Estella Morales (2007-2013) o Iván Rincón Urdaneta (2000-2005).