Los militantes del Partido Comunista de Venezuela (PCV), del Movimiento Revolucionario Tupamaro y del evangélico Nueva Visión País (Nuvipa) no deberán participar en el polémico proceso de renovación de partidos políticos que el Consejo Nacional Electoral (CNE) viene realizando, pues el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) los eximió de ello.
La decisión la adoptó la Sala Constitucional, en su sentencia número 223, en la cual le ordenó al organismo comicial que al momento de validar a una organización política tome en consideración “la votación obtenida por el respectivo partido político, en el último proceso electoral que haya participado, a los fines de completar el porcentaje del 0,5 % necesario para su validación” y todo ello bajo la excusa de “garantizar el pluralismo”.
En otras palabras, el CNE deberá ver el número de votos obtenido por cada una de las organizaciones que participaron en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 y en caso de que hayan obtenido más del 0,5 % de los sufragios en 12 estados, entonces no deberán llevar a sus militantes o simpatizantes a firmar y colocar sus huellas dactilares en los puntos de validación dispuestos por el organismo comicial, pero si no lo lograron en los 12, pues deberán completar los restantes.
La decisión la adoptó el máximo juzgado el pasado 28 de abril al responder una solicitud de interpretación que el presidente del partido Bandera Roja, Pedro Veliz, interpuso el pasado 22 de marzo para saber si los partidos que participaron en las legislativas y que hayan obtenido una votación superior al 1 % del Registro Electoral en algún estado deberían igualmente cumplir con el polémico proceso de renovación de partidos políticos ordenado por la Sala Constitucional a principios del año pasado.
El dictamen redactado por el presidente de la Sala, magistrado Juan José Mendoza, favorece abiertamente a las organizaciones minoritarias del chavismo, algunas de las cuales habían anunciado que no participarían en esta renovación por considerarla una intromisión en sus asuntos internos; y algunas opositoras como Bandera Roja o Copei, las cuales concurrieron a las parlamentarias con sus siglas y colores.
La Sala Constitucional ha intervenido ocho partidos en ocho años