Transparencia Venezuela, 14 de agosto de 2023.- Los cacareos de los gallos pueden ser muy molestos. Así lo ha dejado en claro el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), juzgado que ha decidido cerrarle el pico al Partido Comunista de Venezuela (PCV) y para ello ordenó la intervención de esa organización política y entregó sus riendas a una directiva más cercana al Gobierno de Nicolás Maduro. La acción contra los comunistas vuelve a poner de manifiesto la fragilidad del derecho fundamental a la asociación, tanto opositores como disidentes del chavismo, han visto como los magistrados destituyen a sus autoridades y les imponen unas nuevas, bajo la excusa de fomentar la democracia interna.
La decisión la adoptó la Sala Constitucional del TSJ, en su sentencia número 1.1160, que se dio a conocer la noche del viernes 11 de agosto y cuyo contenido no ha sido publicado íntegramente, sino que simplemente se ha anunciado en el sitio web del organismo rector del Poder Judicial.
Otro partido más para la lista del TSJ
En Venezuela el derecho fundamental a la asociación es muy frágil y ha sido golpeado por el TSJ con las últimas decisiones que ha adoptado contra gremios, colegios profesionales y también contra más de una docena de partidos políticos. La decisión contra el partido comunista venezolano se produce, por ejemplo, a una semana de la intervención de la Cruz Roja Venezolana acordada por el máximo juzgado.
Desde 2012 la Sala Constitucional ha designado juntas ad hoc a formaciones abiertamente opositoras, como Copei, Acción Democrática (AD), Movimiento de Integridad Nacional (MIN), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Nueva Visión para Mi País (NUVIPA) y Bandera Roja (BR).
Algunos partidos que formaron parte del llamado Polo Patriótico, la alianza con la que el fallecido Hugo Chávez llegó al poder en 1999, también corrieron la misma suerte. En este grupo están el movimiento Por la Democracia Social (Podemos), el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), el partido Patria Para Todos (PPT), y Tupamaros.
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Esta vez le tocó al PCV. La Sala Constitucional, la intérprete de la Constitución venezolana, designó a Henry Parra, como presidente del PCV, mientras que Sixto Rodríguez ocupará el puesto de secretario general. Por su parte, Griseldys Herrera será la nueva secretaria de Organización; Carlos Figueroa, se desempeñará como secretario de Administración y Finanzas; Zoilo Aristegui será el secretario de Ideología; Joahan Coraspe el de Agitación y Propaganda; y, por último, Robinson García será el secretario por el Trabajador Agrario y Campesino.
Los escogidos deberán poner en marcha “los procesos democráticos internos que garanticen los derechos a la participación política de los asociados”, se lee el extracto disponible del dictamen redactado por la magistrada Michel Adriana Velásquez Grillet, suplente de Calixto Ortega en esa instancia.
El TSJ no reparó en el detalle que los accionantes al parecer ya no militan en el PCV, pues renunciaron o fueron destituidos; y, por ello, desde el partido afectado no dudaron en tachar de “fraude” lo ocurrido.
“Este fraude procesal, que violenta los derechos políticos del PCV y del pueblo trabajador venezolano, no solo crea un grave precedente en la historia política y jurídica del país, sino que deja al descubierto el carácter autoritario, antidemocrático y reaccionario del Gobierno-PSUV que equivocadamente cree que con esta maniobra doblegará a las y los comunistas venezolanos”, señalaron desde la organización fundada en 1931.
No más cacareos críticos
Las relaciones del PCV con sus aliados del chavismo, en particular con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y antes con el Movimiento Quinta República (MVR), no siempre han sido cordiales.
En 2006, la negativa del partido comunista venezolano, que tiene como símbolo el gallo rojo, a disolverse y fusionarse con el PSUV no fue bien vista por Hugo Chávez, quien llegó a acusarlos de “tirar piedras” y de “dividir a las fuerzas revolucionarias”. Sin embargo, este impasse se superó y la alianza continuó hasta la llegada de Nicolás Maduro al Palacio de Miraflores.
No obstante, el giro económico del gobierno de Maduro y su deriva autoritaria han hecho que el PCV se distanciara del Poder Ejecutivo e incluso participara en las elecciones parlamentarias de 2020 y en las regionales de 2021 con una alianza alternativa. Algo que no fue bien visto por las autoridades del partido de gobierno.
Desde 2022, el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, viene utilizando su programa de televisión para acusar al ahora destituido secretario general del partido, diputado Oscar Figueras, de supuestamente recibir financiamiento de Rafael Ramírez, el otrora zar del petróleo enfrentado a Maduro, y a la cúpula del PCV de “tener el mismo discurso que el imperialismo”
Las críticas que desde el PCV lanzaron contra la última cruzada contra la corrupción del Gobierno de Maduro y sus peticiones para que las investigaciones apuntaran más alto, a pesos pesados; así como su reciente demanda para que el gobernador de Barinas, Gerardo Pérez, fuera investigado por el Ministerio Público, por las amenazas que lanzó contra la precandidata opositora María Corina Machado parecen haber agotado la paciencia del oficialismo.
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