Transparencia Venezuela, 1 de noviembre de 2022. Este no está siendo un buen año para las emisoras de radio en Venezuela. Al menos así lo revela un reciente informe del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), que contabiliza que 79 estaciones de radio han dejado de transmitir hasta octubre y 78 de ellas han cesado operaciones por acciones adoptadas por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
Zulia con 23 menos, Sucre con 11, con Táchira 10, Cojedes con 6 y Falcón con 6, son las entidades donde más apagones de señal se han producido.
Así figura en el reporte, en el que se agrega que cada mes un promedio de 8 emisoras de radio en Venezuela salieron del aire en estos 10 meses del año.
¿Pero cuáles fueron los motivos para el cierre de emisoras de radio en Venezuela?
“La documentación hecha por el SNTP, a través de sus delegados voluntarios en todos los estados del país, revela que Conatel estaría alegando como causa el vencimiento de las concesiones o la extinción de estas. Sin embargo, y también por entrevistas y testimonios recogidos, lo que hay detrás son condiciones y requisitos inviables para los operadores o ausencia de respuesta frente a las solicitudes de renovación y habilitación”, relató la organización gremial en su reporte.
Los datos del SNTP están en sintonía como los expuestos por la organización Espacio Público, que en su informe titulado “La radio en Venezuela o la censura normalizada”, publicado a principios de octubre, señaló que 233 estaciones han dejado de emitir señal entre 2003 y 2022, en gran medida por acciones gubernamentales.
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Solo en octubre, la organización contabilizó que 16 emisoras de radio salieron del aire en distintos estados.
La actuación de las autoridades venezolanas, a través de Conatel, aplicando el cierre de estaciones de radio, va a contracorriente de lo establecido del numeral 3 del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el cual establece: “No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones”.
Cierre de emisoras de radio en Venezuela: Sin derecho a pataleo
El SNTP también denunció que la totalidad los casos que registró se evidencia la ausencia del debido proceso y el derecho a la defensa.
“No existen documentos escritos, citaciones ni órdenes en las que se especifique la instrucción o se detallen la razones”, apuntó la organización. “Cuando algún funcionario visita las emisoras, constatamos que en ocasiones lo hace sin identificación y da órdenes verbales. Sin embargo, en más del 80% de los cierres, Conatel gira instrucciones telefónicamente”, se lee en el informe.
Esto último le ocurrió a la emisora Sur de Lago Stereo, que operaba en el estado Zulia y que salió del aire el pasado día 19 de octubre, luego de recibir una llamada telefónica del organismo encargado de administrar el espectro radioeléctrico, Conatel.
El silencio como arma en Venezuela
El SNTP, en su informe, expone que la mayoría de las estaciones afectadas presentaron en tiempo y forma los requisitos para conseguir que sus habilitaciones (concesiones) para operar en Venezuela fueran renovadas por Conatel, Sin embargo, la instancia no respondió.
“Conatel se vale del silencio administrativo para mantener la presión y la vigilancia sobre las estaciones de radio. Dicho silencio termina convirtiéndose en una negativa para el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión y de información, sin que se ofrezcan explicaciones. Los solicitantes, además, quedan en un limbo que genera censura y autocensura”, denunció la organización gremial en su reporte.
Espacio Público realizó un señalamiento similar. “Conatel usa el silencio administrativo como mecanismo de presión y persecución. El artículo 31 de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones establece que si este órgano no se pronuncia dentro del plazo establecido frente a una solicitud de otorgamiento de habilitación o concesión, se entenderá como una negativa respecto de la solicitud formulada. Es decir, el silencio administrativo se convierte en una negativa, inmotivada, para ejercer profesionalmente la libertad de expresión”, se lee en el reporte de la agrupación.
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