Con la llamada “comisión de la verdad” instalada por la Constituyente, el régimen chavista se convierte en juez y parte de un proceso que pretende liquidar a la disidencia política, achacándole toda la responsabilidad por los hechos de violencia que han ocurrido en el país desde 1999.
Lejos de promover una “comisión de la verdad” independiente, que pueda investigar los sucesos de manera equilibrada y justa, el presidente Nicolás Maduro insiste en crear una instancia conformada por militantes de la revolución chavista que públicamente han adelantado posición con respecto a estos temas.
De los once miembros de esta “comisión de la verdad”, cuatro son o han sido dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y han ocupado altos cargos en el Ejecutivo nacional. Allí destacan la excanciller y jefa de la Constituyente, Delcy Rodríguez, la exministra de la Defensa, Carmen Meléndez, el antiguo viceministro del Despacho de la Presidencia, José Vicente Rangel Ávalos, y Tarek William Saab, exgobernador del estado Anzoátegui y fiscal general designado por la Constituyente.
El resto de los integrantes de la “comisión de la verdad” también están claramente identificados con la revolución chavista, comenzando por la ex viceministra Soraya El Achkar. La lista la completan el defensor del pueblo designado por la Constituyente, Alfredo José Ruiz Angulo, el sacerdote Numa Molina, la religiosa María Eugenia Russián, integrante de la Fundación Latinoamericana para la defensa de los Derechos Humanos y el Desarrollo Social, y los ciudadanos Luis Rafael Durán, Ailin Maite García y Edgar Enrique Márquez, miembros de las organizaciones de víctimas defendidas por el oficialismo.
La jefa de la Constituyente ha invitado a la oposición a unirse a la “comisión de la verdad” en estos términos: “esperamos que la oposición venezolana, responsable de estos hechos de violencia, se incorpore a la ‘comisión de la verdad’”. Sin necesidad de abrir ninguna averiguación, Delcy Rodríguez ha dicho que “es la derecha la que hoy promueve el odio a través de los medios de comunicación, la que procura el asesinato de los seres humanos”.
Vistos los perfiles de los miembros de la “comisión de la verdad” y las declaraciones de Rodríguez, ¿podría esperarse que esta instancia lleve a cabo un trabajo objetivo e imparcial que traiga la paz a Venezuela? Tal como está planteada, esta “comisión de la verdad” solo servirá para profundizar el conflicto, perseguir a la disidencia e imponer una “verdad” oficial que arrojará la entronización de la impunidad y la manipulación.