Transparencia Venezuela, 30 de marzo de 2020.- “El juez limpio de manos, no acepta regalos”. El magistrado Maikel Moreno parece estar en las antípodas de lo que establece este adagio, al menos esto es lo que se desprende de la acusación que a mediados de marzo de 2020 presentó la Fiscalía del Distrito Sur de Florida contra el actual presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); que no hace más que engrosar el ya voluminoso expediente contra el funcionario.
Las autoridades judiciales estadounidenses acusaron a Moreno de “conspiración para cometer lavado de dinero y lavado de dinero en relación con el presunto recibo de decenas de millones de dólares por sobornos para decidir ilegalmente docenas de casos civiles y penales en Venezuela”.
En el documento se asegura que el magistrado autorizó la incautación y venta de la planta que General Motors tenía en el país por 100 millones de dólares, a cambio de un porcentaje para él.
Para sustentar sus señalamientos contra el presidente del máximo juzgado, la Fiscalía de Florida informó que entre 2012 y 2016 éste recibió transferencias por 3 millones de dólares provenientes de “corporaciones fantasmas”, las cuales fueron ingresadas en cuentas que el señalado poseía en EEUU con otro abogado, el cual ahora controla “una compañía de medios” en el país.
A esta acusación hay que sumarle las de “atentar contra la democracia” y “los Derechos Humanos”, por las cuales el propio gobierno estadounidense, el de Panamá, de Canadá, Suiza, los de la Unión Europea (UE) y de los firmantes del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) han decidido prohibirle a Moreno el ingreso a sus territorios y congelarle sus bienes.
El comportamiento del funcionario al frente del organismo rector del Poder Judicial le han valido no pocos cuestionamientos. Su ascenso a la presidencia del TSJ coincidió con la arremetida que las salas Constitucional y Electoral han emprendido contra la Asamblea Nacional electa en 2015 y que se ha traducido en el bloqueo del Parlamento.
Asimismo, Moreno ha sido el redactor de varios de los fallos que han despojado, de manera irregular, a diputados opositores de su inmunidad y abierto las puertas para su procesamiento.
Revisando el expediente
La acusación de EEUU se suma a los señalamientos que dentro y fuera de Venezuela pesan sobre Moreno.
Además de sus claros nexos con el chavismo, los cuales se remontan a más allá de los sucesos de 11 de abril de 2002, cuando saltó a la palestra pública al representar a parte de los llamados “Pistoleros de Puente Llaguno”, el funcionario ha dejado en claro su alineación con el actual ocupante del Palacio de Miraflores.
“Quiero expresar nuestro reconocimiento al presidente Nicolás Maduro Moros, quien actuó con nervios de acero convocando al diálogo y abriendo los espacios para dirimir nuestras diferencias en paz y con la más absoluta verdad (…) ¡Adelante Presidente! Todo nuestro apoyo, que esto sirva de antídoto para quienes quieren para guerra y la intervención extranjera para nuestro país”, declaró en enero de 2020, al concluir su discurso en el acto de apertura del año judicial.
Pero los nexos van más allá de estas demostraciones públicas de apoyo. Cuando en 2007 Moreno fue removido de su cargo de magistrado de la Corte de Apelaciones de Caracas, por orden directa de la Sala Constitucional del TSJ, Maduro quien por ese entonces se desempeñaba como Ministro de Exteriores lo designó como cónsul en Roma, primero; y luego como ministro consejero en la Embajada en Trinidad y Tobago.
Otra mancha que ha perseguido al ahora presidente del TSJ, y que bloqueó su primer intento por ser designado magistrado en 2010, son los procesos judiciales por homicidio que datan de finales de los años 80 y principios de los 90, tiempo en el que laboró en la extinta Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip).
Apelando al nacionalismo
Pese a la gravedad de la decisión de EEUU, el afectado se he mostrado despreocupado. “No habrá fuerza, chantaje ni sanciones que desnaturalicen o secuestren la justicia venezolana”, escribió en su cuenta de Twitter nada más conocer la acusación en su contra.
Al día siguiente apeló a la retórica patriótica, como si el señalamiento en su contra fuera político y no penal. “Mantengamos la gloria de nuestros libertadores, no permitamos que nuestra patria sea conquistada por naciones que se pretenden imperios, por traidores que quieren apagar el sueño de Bolívar, de Sucre y de todos aquellos que sacrificaron y dieron su vida por la libertad de nuestra América”, escribió por la misma red social.
En predios del TSJ evitan hablar sobre el asunto, sin embargo hay quienes creen que el señalamiento reforzará el poder de Moreno sobre el organismo, porque lo victimiza ante el chavismo. “Los puntos que perdió Moreno tras los sucesos del 30 de abril de 2019, en los que supuestamente estaban implicado, los podría recuperar ahora”, apuntó una fuente del máximo juzgado.
Pero hay quienes están preocupados por las implicaciones. “¿Podría ser detenido si sale del país? Porque en la acusación los americanos dejan en claro que para ellos en este caso no valen las convenciones ni normas diplomáticas”, señaló otra fuente.